Estas son las guerras y las políticas que nos importan

SOSPECHA:

Hace unos meses el gobierno reunió a los más importantes presidentes de grandes empresas de nuestro país. Se suponía que, en base a las declaraciones que se hicieron con posterioridad, conocíamos bien los temas tratados, pero meses después las acciones de unos y otros se han alejado de un supuesto acuerdo y las llamadas al orden tienen un carácter excesivamente tibio.

EVIDENCIAS:

A finales del pasado año varios foros de Internet ya manifestaban la voluntad de Telefónica de eliminar a todos sus empleados técnicos y reducir a una cuarta parte los comerciales. Dentro de la empresa el tema era la prórroga del convenio que empresa y CC.OO. y UGT negociaban. Las propuestas de la empresa ya aclaraban que no estaba por la faena, pero se mantenía en la mesa de negociación para filtrar mensajes de pánico a la plantilla. En esta obra de teatro CC.OO. se hartó de la cerrazón de la empresa, en cambio UGT parecía dispuesta a hablar de los temas ERE, desligar el salario del IPC y la clasificación laboral. Después de todo, en opinión de algunos, el convenio que expiraba ya daba pie a esa negociación. Cerrada aquella puerta el convenio no pintaba bien y las elecciones llegaban el 31 marzo. La empresa no podía permitir que la negociación del convenio malograra cualquier futuro proyectado (fuese el que fuese).

A principios de febrero despide a dos compañeros en las ciudades más emblemáticas, abusando del artículo 52d, que la reciente reforma laboral ha convertido en despidos baratos. Al tiempo, en Baleares, un acto que debía suponer una falta leve y no tenía que haber supuesto siquiera una sanción, supone el despido de un compañero. Despido que, salvo otro fallo judicial sospechoso, tendrá que ser declarado improcedente, pero que la empresa ya ha avisado que no habrá readmisión.

Ante una respuesta contundente que no esperaba, una semana después se divulga que dos compañeros que debían haber obtenido la larga enfermedad son enviados al limbo. La SS deniega la larga enfermedad y la empresa no los deja volver por considerarlos incapacitados. Aquí se cumple el primer nexo entre administración y empresa para dañar.

Mientras los trabajadores empiezan a presentar su resistencia algunos sindicatos han empezado su campaña electoral. La de UGT es abusiva e invasiva y, lo que es peor, alguno de sus líderes se dedica a amenazar judicialmente a todos aquellos que llamen la atención a la falta de ética de sus actos. Por supuesto suceden más cosas que muchos conocéis pero que ya no podemos narrar aquí (no contamos con el mismo “poderío económico-legal” de otros).

Lo más sorprendente es el envío de publicidad de UGT a los domicilio de los trabajadores… ¿de dónde salieron las direcciones?

UGT también vende la idea de negociar un nuevo ERE y se dedica a explicar lo buenos que fueron los anteriores ERE’s (no habla, claro está, de algunos casos particulares). También en su mensaje intenta desarbolar las luchas de los trabajadores para lograr la readmisión de Marcos y Mari Cruz, diciendo, con toda clase de elaborado argumentos que tampoco vamos a comentar, que esos despidos se han producido por no firmar la prórroga del convenio. Finalmente, el día antes de una huelga que tenía que ser decisiva, desvela una reunión entre ellos, CC.OO. y la empresa y saca un comunicado que parece decir, de forma intencionadamente errónea, que Marcos y Mari Cruz ya están readmitidos. Después, por CC.OO., sabemos que la empresa no ha entregado nada por escrito y que, aunque se ha comprometido verbalmente a no volver a usar la misma fórmula, no piensa readmitir a ninguno de los despedidos. A pesar de la sinceridad de CC.OO. el parte de UGT ya ha hecho el daño previsto.

Poco antes de las elecciones, dos centenares de fuera de convenio reciben una carta de RR.HH. “animándoles” a rescindir su contrato con la empresa en condiciones supuestamente más “ventajosas” de las que podrán obtener más adelante.

La zanahoria, el miedo y los ventajismos inexplicables, dan el fruto esperado y UGT obtiene 4 miembros en el CI, lo que parece que le da ventaja en cualquier futura negociación. Las celebraciones de este sindicato dan a entender que ya no tiene que depender de nadie para negociar el ERE y el convenio (no sabemos qué pensarán los votantes de CC.OO. de eso, los demás lo intuimos).

Acaban las celebraciones, con la retirada de las cartas a los fuera de convenio, y el mensaje que ya se  había ido filtrando con cifras variables, aparece definido: 6000 despidos en tres años. Normalmente ese tipo de anuncios genera subidas en la bolsa, pero en este caso sucede lo contrario. La alarma social se dispara, sobre todo porque días antes la multinacional ha declarado beneficios record y pagos millonarios de incentivos a sus directivos.

Con todo esto ha pasado desapercibido que la compañía ha penalizado a los clientes que no han contratado servicios adicionales, se ha informado que en los próximos seis años la empresa no pagará dividendos a sus pequeños accionistas y la agencia de la competencia ha autorizado aumentar el precio que deben pagar los operadores parasitarios (Orange, Vodafón, Jazztel…) que no tienen red propia.

NUEVAS SOSPECHAS:

Mientras la prensa económica trata de explicar el ERE de Telefónica defendiendo a la compañía que más dinero les paga por sus anuncios, nos enteramos que 11.000 empleados de cajas de ahorros van a ser prejubilados a cargo del gobierno. Sin embargo, con el ruido montado por los casos Telefónica nadie habla de ello.

CONCLUSIONES:

La reunión de Zapatero con Alierta tuvo que ser mucho más fructífero de lo que nos contaron. Telefónica ha sido el perfecto parapeto para colar otro abuso. No sabemos que gana realmente Telefónica, pero sus directivos ya se han engrosado una pasta en sus bolsillos. Respecto al gobierno ya nos ha demostrado que UGT es su dedo en la empresa y parece que ya se ha hecho sitio.

Y a todo esto, ¿dónde quedan Marcos y Mari Cruz? Parece que para el gobierno y UGT son daños colaterales y ya han decidido olvidarse. Se han cargado la democracia de las elecciones sindicales, el poco empleo estable que queda en España, han facilitado el engrosamiento de las cuentas de esos ineptos que nos dirigen y nos han convertido a todos en objetivos para sus prácticas de tiro políticas… ¿Y vamos a dejar que esto quede así?

LO OBVIO:

Los casos de Marcos y Mari Cruz son algo más que simples despidos porque son el símbolo de lo poco que les importamos a cuantos tiene algo de poder. Por eso no podemos dejar que esto quede así. Si decíamos, después de la multitudinaria manifestación del 24F que vendrían momentos muy malos y tendríamos que rehacernos, esos momentos han llegado. Los que votaron ERE están a punto de darse cuenta de cómo les engañaron, pero si esperamos puede ser tarde. Ya no solo son Marcos y Mari Cruz. Ya no solo es Telefónica. Ya no solo es el empleo estable. Ya no solo es España. Esta lucha tiene consecuencias que pueden ir mucho más allá de lo que significa la actual corrupción del capitalismo liberal (el capitalismo no tiene por qué ser malo, pero este capitalismo sí lo es). Y todo pasa por la readmisión de Marcos y Mari Cruz.

Esta es la cota 606, si el capitalismo la supera nunca más podremos hablar de evolución social, de Estado del bienestar, de derechos de los trabajadores. La lucha entre el bien y el mal no se lleva a cabo en el frente de Libia, ni siquiera en Afganistán. La lucha entre el bien y el mal está dentro de nosotros mismos y ahora nuestra cota 606 tiene un nombre: ¡Marcos y Mari Cruz readmisión!