Carta completa de Marcos

Marcos nos ha enviado su carta completa, para que algunos mal informados conozcan toda la verdad.

Parto de la base que leer una carta de dos hojas requiere más esfuerzo que mirar un calendario con colorines o escuchar bulos, pero os pediría, especialmente a aquellos que ya me habéis juzgado, o tomado conclusiones, que hagáis el esfuerzo de leerla integra, ya que para juzgar a alguien hay que tener toda la información, y no solo una parte sesgada, y en gran medida engañosa.  Supe desde los primeros bulos que tarde o temprano tendría que escribirla, ahora es casi una obligación. No pretendo justificarme, quizá tenga que hacerlo algún día quien, o quienes, han mandado ese correo con mi carta de despido y unas fechas mal contrastadas y en buena medida sin fundamento, pero yo os aseguro antes de empezar que no tengo nada que ocultar ni de que arrepentirme. Espero que todos comprendáis, los pudorosos también, que ya que no puedo estar ahí para defenderme, tenga al menos el derecho a hacerlo a través de estas palabras.

   Comenzaré por desmentir las afirmaciones más absurdas, las que casi me provocan risa sino fuera por la malicia que conllevan. Yo jamás, leed bien, jamás he tocado en Nena Daconte. Es así de sencillo. Hicimos una colaboración juntos a partir de una canción que compuse para un disco benéfico que se llama Nanas, y un concierto en Figueres en la primavera de 2009, en la que Nena Daconte, y Vinodelfin, compartieron escenario . Eso es todo lo que artísticamente tengo que ver con ese grupo. Y lo que voy a contar a continuación lo hago público de primera mano porque quiero que veáis hasta que punto algunos inventan a partir de campanas que oyen, con las peores intenciones, y son capaces de tirar más mierda, sin ningún tipo de escrúpulo, a una persona que ya de por sí pasa un mal momento. Yo tuve una relación con uno de los componentes de Nena Daconte, que terminó hace dos años, relación sentimental. Nada de tocar la batería en ese grupo, o la guitarra, ni nada por el estilo. Eso es tan sencillo de comprobar como meterse en Internet y ver si mi cara, ya por todos conocida, está en algún concierto del citado grupo. El único grupo al que pertenezco es, como se sabe, Vinodelfin.

   En segundo lugar quiero decir que no tuve ningún concierto con Vinodelfin estando de baja, ninguno. Alguno de los conciertos que os mandaron fueron anulados, o pospuestos. Y quiero enfatizar que el 14 de abril, día que han marcado en el calendario como baja y concierto, fue cambiado de fecha. Eso habla claramente de las intenciones de quien ha mandado el famoso correo;  se han agarrado a anuncios en el Facebook sin contrastar las fechas en ningún otro sitio, y sin mirar el daño moral que podían causar. Recordad que la empresa me ha despedido aludiendo bajas intermitentes, si hubiera habido bajas y conciertos me hubieran despedido por eso. Lo importante es difundir información que contamine y mitigue el seguimiento de la próxima huelga, no tengáis ninguna duda. Eso sí, ellos se esconden detrás de una dirección de correo falsa para calumniarme; de mí se sabe ya hasta mi teléfono personal. Cobardes sin escrúpulos...

   Ahora me gustaría decir algo bien claro: ¡yo no gano dinero con la música!, no tengo un pluriempleo, ni una doble vida. Hasta hoy la música en mi vida tiene la categoría de hobby, ni más ni menos. Y esto no lo digo yo simplemente, lo sabe la gente cercana que me conoce, que hay mucha, lo sabe mi cuenta bancaria, y sobre todo lo saben en hacienda. ¿Sabéis como me siento ahora mismo? imaginad que después de despedirte, con un despido por bajas, alguien comienza a difundir que antes o después de la bajas te fuiste al pirineo a esquiar, o a la casa de la montaña a plantar tomates, o a Port Aventura con los críos. Para mí la música, a día de hoy, es exactamente eso, una actividad lúdica:  de cara a la Telefónica, es mi tiempo libre, pertenece a mi vida privada, y no es en absoluto algo por lo que se me pueda acusar. La única diferencia entre el que planta tomates y yo, es que los conciertos tienen sentido si hay público, y por tanto hay que promocionarlos. Por eso mi actividad figura en Internet y la del que planta tomates no. Estas acusaciones que se vierten alegremente sobre mí son muy graves, y os agradecería que quien sepa nombres y apellidos de quien espolvorea esa mierda me lo haga llegar a través de Cobas, Enconstruccio, o CGT, cualquiera de estos sindicatos me sirve.  Desgraciadamente tengo un montón de falsedades encima mío pero no sé a quién denunciar. Estos putos cobardes tiran la piedra y esconden la mano, aunque no es nada nuevo.

   Quiero referirme ahora al tema de las bajas. Yo hago piedras en el riñón desde los 18 años, (la Telefónica lo sabe porque me hicieron dos litotricias en Antares hace unos años). Pero en el año 2008, con 38 años, un especialista me diagnosticó tres problemas en la espalda, dos leves, y una hernia que me provoca crisis muy severas. Hablo de dolores que sólo se van con antiinflamatorios, sedantes y rehabilitación. Si uno tiene una lesión de este tipo está llamado a tener crisis de vez en cuando, haga conciertos en los fines de semana, o plante tomates. He oído que alguno dice que otros dicen que esto me debió salir por cargar amplificadores. Que gilipollez, mi problema de espalda viene de mucho antes.  Yo sé, y mi especialista también, que mis lesiones de espalda me los han generado los 15 años que llevo sentado en esas sillas de mierda que la Telefónica, en su afán por ahorrar, nos ha colocado a los remeros. Y no soy el único, hay muchos compañeros, (todos cuarentones eso sí, porque aquí ya no entran jóvenes desde hace dos décadas), que tienen el mismo problema que yo. Si pusierais encima de la mesa todas las reclamaciones por causa de las sillas, que se hicieron en Estel, Barcelona, del 1997 a 2008, os aseguro que no veríais la pantalla. Claro, luego tengo gripes como cualquiera. Bueno como cualquiera no, hay  trabajadores excelentes que se traen los virus a la oficina para que veamos lo sacrificados que son. En definitiva me gustaría remarcar que si existieran papeles para demostrar cuantos días fui a trabajar con dolor, os sorprenderíais. Y sé que no soy el único.

  

    Vengo de una familia en la que se luchó mucho, pero mucho de verdad, para que los trabajadores tuvieran derechos en este país, (los mismos derechos que vosotros debéis tratar de conservar). Por eso  asistí con vergüenza a las segregaciones primero, y a las prejubilaciones después. Prejubilaciones de trabajadores que lo habían entregado todo por esta empresa. También me dio vergüenza la falta de compromiso de algunos, y la sumisión de otros, no os voy a engañar. Como todos, sabiendo que algún día la TELEFÓNICA vendría a por los 30.000 que quedamos, como ya está pasando y pasará en el próximo convenio, he tratado de rastrear alternativas. Pero tened claro que yo no estoy aquí porque haya tenido un grupo de música. Estoy aquí por haber tenido un año en el que la salud no me ha acompañado, y sobre todo por ser el más adecuado para la empresa dentro de la lista que seleccionaron. Llevo 22 años en la empresa, tengo 40, entre aquí siendo un crío, y en mi universo laboral no he conocido otra cosa que TELEFÓNICA, y no he  cesado de luchar por consolidar unos derechos que se han empeñado en robarnos. Iba a repetir en las listas de COBAS, como en el año 2007, ese tipo de cosas son las que la empresa ha estudiado. Estoy seguro que la empresa no sabía nada de mi vida privada. Ese trabajo sucio lo han hecho otros a posteriori para tratar de calmar la respuesta de la plantilla. La dirección de la empresa iba a meter miedo a la gente con el absentismo, es así de simple. De hecho me han echado acogiéndose a eso, bajas médicas. Debieron hacer dos listas. La de los dos meses consecutivos, y como les salió una lista de kilómetros, pensaron que sería poco popular. Así que echaron mano de la del 25% en cuatro meses escogidos, porque era un argumento más extraño y debía salir menos gente. Escogieron a los diez o veinte primeros y preguntaron departamento por departamento, quién tenía fama de ser el más incomodo, el menos dócil. Por eso me escogieron a mí. Todo lo demás ha venido como anillo al dedo para que algunos traten de desmovilizar a la plantilla. Me juego la vida y no la pierdo.

   Sólo digo una cosas, más allá de como vayan las próximas manifestaciones. Lo que tenéis costó mucho conseguirlo, y hace mucho ya. Esta empresa siempre gana dinero, mucho dinero, año tras año tiene beneficios, y ahora quiere aprovechar el maremoto de la crisis para justificar la tesis de que le sobran empleados fijos. Es la empresa menos indicada de este país para hacer algo así. Recordad que el convenio que hay en Telefónica lo consiguieron los que mandaron a su casa. Cuidadlo porque es un legado que no es sólo vuestro. Ojo al próximo convenio, haced músculo porque lo vais a necesitar.

 Un abrazo para muchos, y un infierno para los menos, que tanto daño hacen a la mayoría, siempre. Ellos son los vividores que especulan con lo que otros consiguieron, ellos son el cáncer.