jueves, 24 de marzo de 2011

CUATRO LÁGRIMAS

CENSURA.

Hay muchas formas de censurar. La más común es la de tapar la boca y prohibir expresarse o comunicarse a aquellos que el poderoso considera sus opositores. De este modo se garantiza la inexistencia en los medios de mensajes de discrepancia. Claro que también puede existir, para ese tipo de censura una finalidad ética o moral. Por ejemplo, son censurables moral y penalmente, aquellos mensajes que ultrajen a entidades o personas, dañando su honor con falsedades. Por desgracia el uso y abuso, tanto de esta práctica, como de las leyes punitivas que la castigan, han generado un tremendo espacio para la duda en el que, por lo general, quien pude permitirse mejores abogados impone su criterio.
En esta censura legal, aparentemente, sólo se puede atacar el mensaje después de haber sido emitido y, por tanto, ya no sería censura. De este modo el poderoso podrá difamar sabiendo que después pude asumir las consecuencias que, además, siempre serán inferiores a las del que no tiene su poderío. Pero esto lleva al menos poderoso a reprimir y moderar su mensaje por temor a unas represalias que, para él si serán inasumibles. Esta autorepresión constituye en verdad una autocensura, pero que al ser inducida exteriormente por el poderoso hacia el débil, podemos llamarla claramente censura.
Veámoslo con un ejemplo. Si un partido político o sindicato de gran relevancia, se siente atacado por gran cantidad de mensajes que demuestran una cierta amoralidad en sus bases, pero ante la eminencia de unas elecciones no quiere depurar responsabilidades, ni castigar a elementos propios que han traspasado todas las rayas de la moralidad y de la legalidad,  deberá ejercer sobre sus críticos una pantalla que proteja a sus elementos descarriados. La solución es amenazar con utilizar el brazo de la ley, acusando a los acusadores, o quienes lo pretendan, de difamadores. Como se conoce que las disputas legales se dirimirán con posterioridad al evento que pretenden salvar, estas servirán como herramienta de eficaz censura contra aquellos que pretenden “socavar sus profundos cimientos”.
¿Dónde está la ventaja real de ese ejemplo? Por supuesto en la mayor fuerza. Toda censura se basa en lo mismo, siempre es una fórmula que da ventaja al más poderoso. Y es así como llegamos a la otra fórmula de censura: la saturación informativa. El exceso de información siempre es desinformación. Cuando ese abuso de datos inocuos aparece, convierte las acusaciones en algo secundario para el gran público que ya no se molesta en opinar sobre quién tiene razón o no.
Los que estamos acostumbrados a tratar con el correo electrónico denominamos “spam” a todos esos correos no demandados y que no nos interesan en absoluto, pero que, sin embargo llenan nuestra bandeja de entrada. La información en papel y verbal también tienen sus niveles de saturación, y en todos los casos, con la información que nos inunda terminamos por perder información básica y necesaria. Esta forma de censura posiblemente no lo parezca, porque no se está impidiendo realmente que los mensajes fluyan, pero sí lo es de hecho, porque se logra que la información no sea absorbida por quienes deberían conocerla.

UN ZAPATO EN EL CORREO.

Yo soy aquel que siempre contesta a los sindicatos, una vez leídas las informaciones que envían (confieso mi delito de leer). Los compañeros que se dedican a las comunicaciones de los diferentes sindicatos, para su desgracia, ya me conocen. La mayor parte de las veces no me contestan. Aunque cuando se deciden a hacerlo siempre acostumbramos a tener amigables cambios de impresiones. Sin embargo, algunos sindicatos, hasta hace poco, siempre habían dado la callada como respuesta. Con cierto sindicato, este último mes, eso ha cambiado con gran sorpresa para mí. Desgraciadamente las respuestas nunca buscaron el diálogo ya que en lugar de intentar dar explicaciones y aclarar informaciones a un trabajador indignado, se le devolvían mensajes enrocados y casi cortados por el mismo patrón del artículo llevado a comentario. Finalmente mi interlocutor se debió hartar de que le ofreciera oportunidades y, igual que él, persistiera en mis opiniones pero haciéndolas más gráficas (ahí, sin duda, mostré mi superioridad). De la hartura a la falta de respeto, sin respaldo argumentativo alguno, parece que no hubo paso alguno, por eso decidí llamarle, educadamente, al orden. La nueva vuelta de tuerca no se hizo esperar en forma de una amenaza.
Y este es ahora mi problema: “un sindicato me amenaza de llevarme a juicio por difamación y no tengo puñetera idea de en base a qué”. Como los correos estaban destinados a una sola dirección (no daba ningún tipo de divulgación a los mismos), su amenaza no podía estar basada en ellos, así que debía referirse a otra cosa. Como todos sabéis soy uno de los administradores de este blog… ¡Pero siempre hemos procurado no poner nada que sea susceptible de denuncia!
Obviamente debo estar equivocándome, así que os animo a todos a localizar la ubicación de todas las frases o expresiones que puedan ser objeto de denuncia para substituirlas. Soy una persona observadora de la legalidad. Indignado pero honrado. Y, como uno de los administradores de este blog, no puedo permitir la existencia de algo que no sea totalmente legal en él. Sobre todo cuando nuestro compañero Marcos ha tenido la paciencia de pasar sus textos por un filtro legal antes de dárnoslos a publicar. Flaco favor le haríamos si nosotros nos saltáramos la ley y actuáramos como esos desaprensivos que con injurias, infamias, difamaciones y todo tipo de artimañas, han procurado que la lucha de todos los compañeros para lograr la readmisión de Marcos y Mari Cruz, se vea perjudicada.
En Llacuna hemos parado más horas que nadie y seguimos convencidos de nuestra lucha a pesar de los poco apropiados “tira y aflojas” electorales que han mermado nuestros esfuerzos. Por eso hemos decidido contar los mensajes que nos llegan de todos los sindicatos y denunciar a los que nos están avasallando con su SPAM electoral. ¿Realmente pensáis que es decente que, en una situación como la que vivimos, encima se permitan tirarnos toda su basura en nuestro jardín?
En base a esta insostenible situación ya son varios los compañeros que me han comentado sus demandas a ese sindicato tan desagradablemente agresivo, para que los excluya de sus listas de bombardeo masivo de spam. Esta petición está, teóricamente, sustentada por la ley de la información, pero aún así parece que, por ahora, se han negado a acceder a esas peticiones. Frente a ese conocimiento yo mismo he demandado la exclusión de esas listas y, como en los casos de los compañeros, la respuesta ha sido el envío de cinco correos más que saturan mi bandeja de entrada.
A todos aquellos que también estén hartos, a pesar del mal resultado que os expongo como ejemplo, mi consejo es que pidáis vuestra exclusión de esas listas de correo.


SOLO SOY… UN SER HUMANO.

Blas Pascal dijo: “Si no quieres que lo digan, no lo hagas”.
Soy incomodo y me amenazan con denunciarme y encima me dicen que yo ya sé porqué. Será por divulgar la existencia de algún Pedro Pérez. Perdón… si yo no he relacionado a ese ente fantasmal con ningún sindicato. Es más, en la única alusión remota creo que lo relacioné con RR.HH. y tampoco hice una afirmación categórica.
Ya está, debe de ser por la comunicación que envié a la sede central de ese sindicato en Catalunya para que pudieran depurar responsabilidades (hace tiempo conocí a algunos miembros pertenecientes al sector metalúrgico y que me causaron una impresión positiva, por eso intente llevar a ellos esa posibilidad de mejora).
No, tuvo que ser por mi protesta airada ante el correo desmoralizador que enviaron a toda la plantilla el día anterior al paro de tres horas y media.
Tal vez lo que les preocupa es que dijera que no se había decidido ningún paro en el seno del CI y que este máximo órgano del sindicalismo empresarial está dominado por los dos sindicatos más grandes.
Puede ser que molestaran las afirmaciones sobre personas que tienen nombres y apellidos (aunque aquí nunca se han expuesto) y que se han dirigido, en conversaciones particulares, a decenas de compañeros, contando cosas sobre nuestro compañero despedido que no se atienen a la verdad (por cierto esta es una información muy contrastada, sin embargo, todavía no lo es respecto a casos similares en Sevilla y Alicante, pero estamos en ello).
Sinceramente, como diría Segismundo… “qué delito cometí, contra vosotros naciendo, mas si nací ya entiendo, pues el delito mayor del hombre es haber nacido…” De todas formas es más fácil denunciar a los compañeros por cerrarles el paso hacia el poder el día 31, que atacar a una empresa culpable de una amoralidad que nos daña a todos. La empresa es más poderosa que ellos, pero ellos lo son más que nosotros, así que el pez grande se comerá al chico. Como decía el gran trovero murciano José María Marín:
"Dos pleitos van a la audiencia,
uno verdad y otro no,
la verdad salió perdiendo
porque el dinero ganó."

Puede que el problema haya sido pretender que todos los trabajadores fuésemos capaces de luchar por lo que es nuestro y por la readmisión de dos compañeros despedidos tan injustamente. En una empresa donde parecíamos aletargados ante un sindicalismo anestesiante, algo se despertó aquel 24 de febrero. Algo que a algunos parece que no les cuadra, sobre todo con unas elecciones sindicales a la vuelta de la esquina. Quisimos compartir con los sindicatos ese ideal porque consideramos que el objetivo era más importante y qué nos encontramos…
Quise oír un grito unánime y no escuche más que alabanzas”. Qué razón tenía Niezche.
Al final vemos a terminar siendo meros peones a los que por un día se les permitió sentarse a la mesa de los ricos y ahora, cuando se reparten los postres, llega el momento de dejar el hueco en silencio. Para algunos somos meras moscas cojoneras que se espantan con el rabo. Fuimos a la puerta del rico y se nos sacó de encima tal y como decía Marín:
Se gasta un rico sin cuentas
cien duros en un café
y llega un pobre a su puerta
y dice: “Dios lo ampare a usted”.
Y otro pobre lo alimenta.

Solo somos trabajadores, pero si nos pincháis sangramos, si nos hieren sufrimos, si nos alegran reímos… sólo somos trabajadores, pero también somos seres humanos con una vida más allá de las puertas de la empresa. Puedo entender que se hayan olvidado de ellos algunos elementos dentro de la empresa para los que los únicos seres humanos que existen son los presidentes americanos pintados en los billetes de los dólares USA. Pero es muy duro asimilar que nuestra humanidad está cuestionada por nuestros propios representantes delante de la empresa.


TORO POBRE, TORO RICO.

Pobre toro, el que mató a Manolete, que de nada le sirvió matar a su verdugo, al final murió descabellado. Roja espuma en la boca, la lengua fuera como intentando atrapar con ella las últimas moléculas de oxígeno, pero anegándose de húmeda arena. El bicho levantó los ojos para topar con los del lloroso banderillero. ¿Por qué llorará este mamón? -debió preguntarse el toro- si ha estado toda la tarde clavándome esas dolorosas agujas de colores. La bestia de dos patas no llevaba ahora las crueles banderillas, tan solo el acero de un cuchillo. Ya no hacía falta más, el toro quizá no lo sabía, pero yacía inerme esperando su final. El cuchillo entraría entre las vértebras de su nuca y seccionaría su médula espinal. Después, con un giro del cuchillo se separarían las vertebras cervicales y dejaría de respirar, después el corazón ya no latiría.
De nada le sirvió matar al verdugo, otro le sustituyó, sin honor y sin orgullo. Pero allí en las praderas donde creció si cambió algo. Los mismos que le vieron crecer, darían ahora a sus padres y a sus hermanos un trato especial. La estirpe del toro que mata a un torero siempre da a ganar más dinero y se les ayuda a procrear. Así de cruel es el mundo de las corridas, tanto para los toros como para los toreros. Una razón más para repudiar la otra fiesta nacional (junto a los ERE’s).
Pero hay un tipo de corridas que si me encantan (y no son en la cama). Aquellas en que los cuartos traseros del toro son lo bastante poderosos para que el bicho salte la barrera y se encare con el desalmado público. Que placer ver a un animal sirviendo un bello “sanmartín” a tanto cerdo. Pero esos toros, los mejores,  no abundan, porque no dan dinero y los criadores exterminan a toda su estirpe para que no vuelva a repetirse.
Aún así, si he de ser toro, quiero saltar la barrera y llevarme por delante a aquellos que se ríen de mi angustia.
Por cierto, se llamaba Islero.

11 comentarios:

  1. Será lamentable si UGT vuelve a tener poder en nuestras vidas.
    Muy buenos artículos... enhorabuena!

    ResponderEliminar
  2. Pues en la Agencia de Protección de Datos hay un caso de un trabajador de Barcelona que habiendo enviado a CCOO un correo diciendo que no quería recibir más y estos persistiendo en el tema, lo denunció a esta agencia y le cayeron 3000 euros de multa a ccoo barna.
    Toma goma.
    Así que ya sabéis, primero un correo diciendo que no quereis recibir más y si siguen denuncia y a tomar pol saco

    ResponderEliminar
  3. Hoy han contestado diciendo que sacan al compañero Vicent de sus listas de correo, pero aún así le ha entrado algún correo más desde otra dirección del mismo sindicato.

    ResponderEliminar
  4. De todas formas lo importante es que dejen de enviarte esos correos si se lo pides, El hecho de que multen a una organización sindical no nos aporta nada positivo, después de todo, al final somos nosotros quienes lo terminamos pagando. Diferente sería si esos 3000€ sirviesen para indemnizarte por tener que soportar su espantoso spam.
    Hay que tener en cuenta que cuando el buffer de correo se llena ya no te deja enviar a ti y algunos de los que te envían también se pierden. Es decir que el envío masivo de correo a la dirección del trabajo puede ocasionarte problemas.
    Por cierto, al llegar a casa me esperaba una sorpresa: una carta con publicidad electo-sindical. ¿Adivinan de quién?

    ResponderEliminar
  5. y esos datos de donde los han sacado, a mi tambien ma ha llegado un carta electoral de ugt, esto es para mear y no echar gota.

    ResponderEliminar
  6. Nosotros, desde "Llacuna en lucha" solo podemos responder por el origen de las cosas que nosotros decimos. Ya sé que muchos de vosotros podréis considerarlas algo limitadas, pero es que Llacuna es una central perdida en los límites del 22@ y, si bien últimamente estamos siendo visitados por todos los delegados sindicales de España (parece que nos hemos convertido algo así como una reserva de vida salvaje) y por ellos conocemos muchas más cosas que de costumbre, teníamos más conocimiento de lo que se cocía cuando habitábamos en Estel.
    En cuanto lo que cuentan algunos sindicatos... eso si que no tenemos ni puñetera idea de dónde lo sacan... sobre todo cuando hablan de nosotros. La última fue en la gran mani del día 24 que alguien se sorprendió mucho al conocerme pues los sindicatos le habían dicho que yo medía más de dos metros.

    ResponderEliminar
  7. Es obvio que los datos domiciliarios se las ha servido la empresa.
    Si no recuerdo mal, el correo aludido de los toros decía que al final ibamos a decir que UGT despidió a Marcos y Mari Cruz. Bueno, no lo ibamos a decir, pero está claro que la empresa los despidió, que en el ajo ha habido una asesoría externa de un exjefe de RR.HH. que también estuvo vinculado a ese sindicato y ahora vemos como la empresa les da ventajas para anunciarse... blanco y en botella... bicarbonato.

    ResponderEliminar
  8. Sobre el tema de los datos personales (los del domicilio particular del trabajador) es otra vulneracion de la Ley de Protección de Datos por parte de TELEFONICA que es la garante de que esos datos sirvan para lo que tienen que servir (que sin duda no es recibir propaganda electoral de nadie).

    Me parece una VERGÚENZA el trapicheo de nuestros datos personales (¿lo próximo será decirle a los CACOS lo que cobramos y en qué cuenta, como hicieron con Marcos?), y sobretodo la impunidad.

    Tengo la duda moral si denunciar el hecho de haber recibido en mi casa una carta de un sindicato al cual no estoy afiliado a la Agencia Estatal de Protección de Datos y que le caiga un puro al responsable y a la empresa. No obstante, me niego a denunciar a un sindicato (soy así de idealista, todavia) porque en el fondo representa a compañeros nuestros, con opiniones contrarias a la mia, pero compañeros igual.

    Lo dicho (y desde el profundo respeto a la opiniones contrarias), esta gente (me refiero a UGT de Telefonica) va a hacer que al final me replantee muchas cosas, pues estan cruzando muchas fronteras que no deberian cruzarse nunca.

    ResponderEliminar
  9. Pues me temo que según ellos solo los demás traspasan esas fronteras. De todas formas estamos totalmente de acuerdo con tu planteamiento. Aunque, sin lugar a dudas, en el momento que ellos se presten a denunciar a compañeros, por algo que si ganan los juicios será meramente por una cuestión técnica, nos tendremos que saltar nuestros nobles ideales para denuciarles a nuestra vez, por algo que si no se les llegara a sancionar sería por motivos muy sospechosos (aunque cosas más raras se han visto y en este país más).

    ResponderEliminar
  10. Que majos que somos, toda la vida se han aprovechado de nuestra ética, como no dirán esto o aquello de mi, yo mientras bajo manga si que saco bulos y dimes y diretes.
    Por cierto el hacker justiciero, no respira????

    ResponderEliminar
  11. Qué sola está la amapola es su trono de oro. Tanto tronío a toda hora, ha dejado sorda a su lengua y mudo su entendimiento. Qué sola está la amapola que piensa, pobre ladrona, que todas las manos agarran como sus hojas. Qué sola esta la amapola porque le falta un cerebro, pero tiene el sindicato que se irá con San Pedro (Pérez).
    ¡Qué sola está la amapola cuando están apunto de darle pal pelo!
    ¿Quién te habrá hablado a ti de hackers, inocentón? ¿Como se puede ser tan malvado y al tiempo tan tonto? ¿Quieres que digamos quien eres, Pedrito, o ya no hace falta? ¡Tontorrón, que eres un tontorrón y has picado como un pardillo!
    Ahora te tiene el hacker (que será quien sea, no tiene nada que ver con nosotros) y también nosotros... aunque ya nos imaginábamos que eras tú, pero nosotros no teníamos pruebas.
    ¿Y ahora qué, Amapolo? ¿Cómo puedes ser tan cínico?
    Hay que ver, no te has podido quedar sin dejar tu cagadita en todos los cristales.
    ¡Qué pena!
    Me pregunto sobre qué vamos a reflexionar el día 30.

    ResponderEliminar

Recordad que no se puede injuriar ni atentar contra el honor de nadie.